mayo 16, 2011

Domingo 26

Domingo 26, 21:30. Entro al apartamento algo cansada, pero aún así con ganas de darme una ducha e irme a ver televisión. Dejo el bolso en un mueble cercano, llaves y tacones. Atravieso las puertas hasta llegar al baño. Poco a poco me voy desabotonando la camisa, luego, bajo el cierre de la falda; las guindo cerca y continúo con el broche del sostén… ¡Ah! Que delicioso el aire en mis senos, en mis pezones; los acaricio un poco, pero me freno, siento que algo me observa… aunque… no le doy mucha importancia. Prosigo bajando mis manos, llego a mis caderas, justo donde comienza el hilo, poco a poco lo voy bajando, lo agarro junto con el sostén y los tiro en la cesta, vuelvo a sentir una mirada sobre mi, pero de nuevo, lo obvio. Deslizo la puerta de la ducha, entro en ella, giro las manillas que abren paso al agua y ¡Vaya! Siento como el agua tibia empieza a recorrer todo mi cuerpo. Agarro el jabón, con una mano lo voy pasando alrededor de mi brazo, luego hago lo mismo con la otra mano, después por mi pecho, suavemente, sigo por mis senos, me detengo en éste punto, tengo los pezones erectos, no sé todavía si por el frío o por esa extraña sensación de sentirme vigilada, de todas formas, paso mis manos con delicadeza por mis senos, me pellizco los pezones y sigo descendiendo, acaracicio mi abdomen… voy por mis caderas y cuando llego a mi entrepierna, paso mi mano con suavidad por mis genitales y al tiempo introduzco una de mis dedos, juego un rato, lo saco y termino mi baño. Cierro el grifo, agarro la toalla, me la envuelvo y sigo directo hasta mi cuarto.

Hace frío en la habitación, pero no le presto atención…. Guindo la toalla a un lado, agarro mi crema, me humecto las manos, mis senos y culmino por todo mi cuerpo. Continuo hasta la cama, me siento, suelto mi cabello y mientras arreglo las sábanas, vuelvo a sentir a alguien, ya me estoy impacientando, aunque a la vez no sé si es deseo por la simple excitación.

Me acuesto, prendo el televisor… ¡Genial! Para complementar mi noche una película un tanto erótica, bajo un poco el volumen y me giro para abrazar la almohada… ¡Bah! La película termina aburriéndome, apago el televisor y al momento siento una mano fría por mis piernas; me levanto impactada, con el pulso acelerado, pero por más raro que suene, no ando asustada. Veo que en las sombras se mueve algo con agilidad y cuando intento captar, la criatura acerca su rostro al mío… Que precioso resultó ser antes mis ojos sumados a la tenue luz que irradiaba la luna llena en ese precioso momento a través de la ventana semiabierta, pasión sentía que emanaba de él, cabello negro, largo, ojos grises, espectrales y hermosos… sus labios, carnosos y bien definidos… su piel blanca… y sus colmillos…

-                          Esta noche serás mía, te haré el amor como nunca nadie te lo ha hecho y juntos subiremos al cielo y bajaremos al infierno. Besaremos a Dios y alabaremos al Diablo.

No podía creer lo que mis ojos veían y mucho menos lo que estaba escuchando.
Con sigilo se acostó en la cama, a la vez en que sus manos agarraban mi cuello y me guiaron hasta colocarme sobre él.

-                          Cierra tus ojos, y solo déjate llevar.

Sentí su aliento gélido en mi rostro, luego sus labios rozaron los míos…sentí un pequeño escalofrío por el frío de su boca y esto solo hacía que mis ganas aumentara. Bajó sus manos hasta mis glúteos, los rasguñó y apretó con fuerzas, sonreí… sus manos llegaron hasta el pliego de la falda, poco a poco lo fue alzando y terminó sacándolo por encima de mis brazos. Quedé completamente desnuda ante él. Tras una pausa me besó, suave y delicadamente… me alzó un poco, hasta que mi cuello quedó entre sus labios, lo besó, pasó su lengua y luego lo mordió… ¡Que divina sensación!, volvió a pasar su lengua, de modo en que poder limpiar el rastro de sangre que pudo haber emanado al momento en que retiró sus colmillos. Me empuja hacia un lado, caigo ahora costada y él encima mío. De mis labios desciende a mis senos, siento su lengua helada recorriendo la aureola, luego el pezón, va de un seno a otro, tocándolos y besándolos al mismo tiempo en que el placer va invadiéndome.

            Al momento en que sus labios rozan mi abdomen, noto como una de sus manos va tocando mi cintura, mis caderas, mis muslos, y regresan al punto en donde encuentra mi sexo. ¡Ah! Su mano lo recorre con delicadeza, mientras de mi boca surge un gemido por la excitación; pasa su lengua por mi ombligo y justo al momento siento su dedo dentro de mi sexo, introduce uno, dos… acelera el paso, saca su mano, juega con mis labios y los introduce de nuevo, así bien, su cabeza continua el descenso… otra vez su aliento gélido, pero esta vez lo siento en mi sexo. Su lengua fría y deliciosa la mueve a través de mi clítoris; la introduce y al sacarla sigue con su entretenimiento. Me muerde, besa, lame… ¡Que delicia! Y yo, con mis ojos cerrados me retuerzo del increíble placer, pasando mis manos por mi pecho, por mi cabello, mordiéndome los labios y gimiendo, cada vez disfrutándolo más y deseándolo como nunca nadie. Vuelve a meter uno de sus dedos en mi sexo a la vez en que su lengua con ahínco juega con todo lo que encuentra a su paso. Siento como sube su rostro, retomando el mismo recorrido que utilizó en su descenso, regresa a mi boca, me besa, baja a mi cuello y de nuevo siento como lo muerde, regresa a mi sexo y se desvía hasta mi fémur ¡Ah! Lo muerde y me percato de cómo mi sangre va succionando; totalmente muerta de placer me retuerzo en la cama. A lo que se aleja de mi muslo, saca sus dedos y sus manos suben para seguir jugando con mis senos, me da un último beso en mi sexo y al momento en que se acerca a mi rostro, pasa su mano por mi coxis y de alguna manera me voltea, colocándome ahora sobre él.

-                          Abre los ojos querida, y hazme todo aquello que quieras, hoy te pertenezco…y hoy…eres más mía que nunca.

Me inclino a besarlo y desvío mis labios a su oreja, le muerdo el lóbulo y sigo pasando mi lengua por toda ésta. Sus manos apretándome los glúteos con fuerza me indican que le gusta y así pues continúo con mi recorrido, paso mis manos por su pecho desnudo y detrás de ellas van mi boca, que al tiempo besa su torso y mis manos adelantando su camino llegan a su miembro, erecto y jugoso… lo sigo tocando, de arriba hasta abajo y viceversa, cada vez más rápido. Sigo bajando y lo primero que hago es introducir su miembro en mi boca, así duro y delicioso, lo saco y luego guío mi lengua por todo éste, subo a la punta, la muerdo, bajo a sus genitales, los succiono ligeramente y regreso para introducirlo de nuevo en mi boca, cada vez acelero más el paso de mis movimientos y siento como mi compañía disfruta cada movimiento que surge de mi boca y de mi lengua. Paso mis manos por su miembro al unísono en que mi boca juega con él, hago una pausa y cuando quiero retomar de nuevo lo que hacía, su mano toca mi rostro, mientras que con la otra agarra mi cuello y así, acercándome a él, me besa, hace que me acueste y junto con otro beso, me dice:

-                          Se acerca el alba mon amie, aunque esto no se ha terminado. Siento tener que dejarte, pero no desesperes, nuestro próximo encuentro está más cerca de lo que puedes anhelar.

Tras esto vi como aquella espectral y deliciosa presencia desaparecía ante mis ojo, por lo cual, solo me quedó arroparme y entregarme por completo al bien adorado de Morfeo.





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