De esa manera, al instante en que siento sus labios bordeando los míos, su lengua jugando con la mía y sus manos en mi cintura, rodeándola con ahínco y deseos… ahí, cuando mis ganas aumentan y deseo hacerlo mío por completo; sentir el calor de ambos cuerpos fundirse en un mar de deseos, lujuria y pasión; sentir mi alma levitar fuera de lo que cotidianamente está acostumbrada… es, en ese instante en el que me doy cuenta, ya todo se ve dirigido a un segundo plano, en el cual, cuerpo, alma y él, me transportan.
Cuando una persona nos lleva a ese segundo plano, ya de alguna forma u otra le pertenecemos aunque sea por ese breve instante, sin olvidar que un alma unida a otra de alguna forma es inseparable, un beso puede explicar tanto pero a la vez nada, fuego pero a su vez hielo, en definitiva una persona puede hacernos sentir tanto que aunque no esté presente la persona podrás sentirlo.
ResponderEliminarPD: me encanta como escribes corazón no pensé que escribieras asi.
Ramses Ashanty