Comencé a sentir sus manos gélidas
subiendo por mi cuerpo; acariciado desde el borde de mi entrepierna, pasando
por mi abdomen y agarrando luego mis senos con fuerza…
Abro
los ojos y miro a mi alrededor… no hay nada, solo las cuatro oscuras paredes
que adornan mi habitación y el resto de los complementos materiales que
estorban y la hacen ver mucho más pequeña.
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Acostada en mi cama, vuelvo a cerrar
los ojos y me sumerjo de nuevo en las profundidades de mi mente.
Sus labios, dulces, suaves… fríos,
se acoplan a mi cuello cual pieza faltante de un rompecabezas; besándolo, un
escalofrío recorre mi nuca, aunque aun así, con mis ojos cerrados, intento
tocarle. Al percatarse, guía sus labios hasta los míos y tras besarle, siento
ese peculiar aliento de sangre y saliva, el cual curiosamente más que asustarme,
lograba excitarme por completo.
Sus manos siguen tocándome, bajando
de mis senos hasta llegar a mi vagina; frota sus dedos en mi clítoris y siento
como mete uno de sus dedos en la misma. Me quita el short, dejándome al
descubierto. Luego, sus labios de los míos, descienden hasta mi abdomen y
mientras su dedo se deslizaba con ahínco, siento como introduce otro dentro de
mi sexo. Gimo. Su lengua, en mi abdomen,
baja hasta mi clítoris el cual luego de chuparlo, logra que sus dedos abran
paso a la misma y ahí está… lamiéndome la vagina como nunca nadie lo había
hecho antes ¿Por qué? Eran demasiado precisos sus movimientos, sutiles, pero
con fuerza. Sabía exactamente como darme placer, así que dejando un lado el
miedo que en parte sentía; logro abrir los ojos y para mi sorpresa (¿?) ahí se
encontraba ella, con sus magníficos ojos azules y su hermoso y largo cabello
platinado. Parecía lo que era: Un hermoso espectro.
Mientras me hacia sexo oral; sus
ojos penetrantes estaban clavados en los míos, y sus manos en mi senos, y mis
gemidos de placer completaban lo que sería el clímax de mi excitación.
Introduce de nuevo sus dedos, y mientras con rapidez me masturba, sus labios y
lengua se clavan en mi clítoris, chupándolo y mojándolo divinamente. Estaba a
punto, a casi nada del orgasmo hasta que por fin, tras un completo
retorcimiento de mi cuerpo y un gemido, logro llegar, pero… con ganas de más.
Saca sus dedos, me besa el vientre y
sube a besarme con ahora su aliento lleno de mi olor. La beso como nunca. La
empujo suavemente a que se recueste en la pared. Me subo hasta sentarme sobre
su vagina y así mientras la besaba, frotaba mi clítoris con el suyo. Volteaba a
su cuello y la mordía, mientras mi mano se deslizaba por mi culo y lograba así,
introducir mis dedos en su sexo; caliente, divino. Seguía menándome y
besándola, hasta que me separo de ella y al ponerme en cuatro, me inclino para
chuparle su precioso clítoris.
Paseo mi lengua por sus labios
vaginales, la muerdo, se la meto. Rodeo su entrepierna, hasta que vuelvo a
meterle mis dedos; ella, gimiendo inconcebiblemente, logra que me den más ganas
de seguir… y de excitarme.
Subo de nuevo para besarla y
estirando mi mano, abro el cajón de mi mesita de noche para sacar un dildo. Así
pues bien, regreso a lo que estaba;
cuando me inclino para seguir dándole placer, siento como su mano me
quita el dildo y tras ponerse boca arriba acostada en la cama, me indica que
ponga mi vagina en su cara, y así mientras me hacia oral e introducía el
juguetito en mi vagina, yo me inclinaba y le metía los dedos para seguirle
chupando la suya. Que satisfacción, que delicia.
Nuestros cuerpos se menean mientras
nuestras manos, lenguas y labios siguen haciendo de las suyas; ella casi pronta
y yo no tanto.
Agarro, me vuelvo a colocar frente a
su sexo y ahí, casi pronta ella, meto de nuevo mis dedos y con rapidez y largas
chupadas, siento como su vagina se contrae y como gemía de placer. Música para
mis oídos. Aunque ella, al ver que yo en ésta no había llegado, se levanta, me
besa y me inclina para ponerme en cuatro. Se acuesta debajo de mí, y tras
empujar mi vagina a su boca, agarro el vibrador y mientras me masturbo con él,
ella comienza a lamerme el clítoris. Aceleré el paso, casi pronta, sentía su
lengua fría en mi vagina y cada vez que la veía lamerme, lograba excitarme
mucho más rápido. Gemidos, sudor, placer ¿Dos veces en una noche? Esa chica es
perfecta.
Me acuesto, volteo, la veo. Ella se
acerca, me besa, sonríe y yo, luego de cerrar por un instante los ojos; al
abrirlos, ella se había ido. ¿Será que me quedé dormida? ¿Todo fue un sueño? Mi
cuerpo desnudo y los fluidos que lograban visualizarse a través de la tela
vinotinto de mi cama, eran suficientes para entender que todo lo que había
pasado, fue total y completamente cierto.
ERGAA!!! pasame el pin de esa lok xD no vale en serio, esta genial... primera vez que leo tus cosas y ps no me arrepiento..
ResponderEliminarHahahaha, me alegra saber eso. Muchísimas gracias.
EliminarO: Cris!
ResponderEliminarDemasiado excitante Cris!!!
ResponderEliminarpude ver todo en mi mente mientras leía el relato y sentir una tensión exquisita!
gracias por excitarme de esa manera. Besos.
tiempo que no escribes..
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